2da. Corintios 12:9 (1era. Pedro 4:13); (1era.Pedro 5: 7)
2Da. Corintios 12:9-10,
9: Pero El Señor Me ha Dicho:
a) Bástate mi gracia;…
b) Mi amor es todo lo que necesitas; pues
mí poder se muestra mejor en los
débiles.
c) ,…De buena gana me gloriare… en mis
debilidades para que repose sobre mí el
poder de Cristo.
d) Así que me alegro de ser débil, para que
en mi se muestre el poder de Cristo.
10: Y me alegro también de las debilidades,
los insultos, las necesidades, las
persecuciones y las dificultades que
sufro por CRISTO, porque cuando más
débil me siento es cuando mas fuerte
soy.
Cuando no percibas la Gracia:
Bástate Mi Gracia.
Cuando Dios te ha bendecido,
Puedes enfrentarte a cualquier dificultad.
Escucha a Pablo. “Tres veces he rogado al Señor que lo quite de
mí”. Y me ha dicho:
“Bástate mi Gracia… (Mi favor, bondad y
misericordia son suficientes para enfrentar
cualquier peligro y te capacitan para soportar los
problemas, con valentía),
Porque mi poder se perfecciona en (Tú), (Mi) debilidad.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo: En las debilidades
En insultos
En necesidades
En persecuciones
En angustias;
Porque cuando soy débil (humanamente hablando),
Entonces soy verdaderamente: fuerte
(Capaz y
poderoso en la fuerza de Dios)”
Ref. 2 Da. Corintios 12:8,10
Pero hay algo que deberías entender:
El Señor permite que no sientas su gracia para que te des cuenta que las cosas están cambiando y que es hora de consultarle sobre tú próximo paso.
¡Presta atención!
¿Por qué?
Porque cuando la gracia se aleja, tendemos a volvernos:
“desgraciados”; con los demás y nosotros mismos y nos arriesgamos
a destruir relaciones valiosas que hemos estado
construyendo durante toda la vida….
No dejes que esto te pase a ti.
No estoy hablando de tener “un mal día” en el que estas irritable o impaciente.
Todos los tenemos.
No estoy hablando de llegar a un punto en donde tus actitudes y tu proceder hieren a otros consistentemente; no es algo ocasional, si no un patrón de conducta.
De manera que.
¿Te has quedado sin la gracia que has experimentado? ¿Anteriormente?
¿Ha terminado una etapa de tu vida o una relación?
¿Estas ahora empeorando la situación en ves de ayudarla?
Pídele a Dios que te guié de nuevo.
Busca en su palabra la sabiduría necesaria para enfrentar el futuro.
Cada vez que no notas la gracia.
Es el momento de decir:
Señor, ¿Qué tiene s en mente para mí ahora?