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28 enero 2010

Bástate mi gracia



2da. Corintios 12:9 (1era. Pedro 4:13); (1era.Pedro 5: 7)

2Da. Corintios 12:9-10,

9: Pero El Señor Me ha Dicho:

a) Bástate mi gracia;…

b) Mi amor es todo lo que necesitas; pues

mí poder se muestra mejor en los

débiles.

c) ,…De buena gana me gloriare… en mis

debilidades para que repose sobre mí el

poder de Cristo.

d) Así que me alegro de ser débil, para que

en mi se muestre el poder de Cristo.

10: Y me alegro también de las debilidades,

los insultos, las necesidades, las

persecuciones y las dificultades que

sufro por CRISTO, porque cuando más

débil me siento es cuando mas fuerte

soy.

Cuando no percibas la Gracia:

Bástate Mi Gracia.

Cuando Dios te ha bendecido,

Puedes enfrentarte a cualquier dificultad.

Escucha a Pablo. “Tres veces he rogado al Señor que lo quite de

mí”. Y me ha dicho:

“Bástate mi Gracia… (Mi favor, bondad y

misericordia son suficientes para enfrentar

cualquier peligro y te capacitan para soportar los

problemas, con valentía),

Porque mi poder se perfecciona en (Tú), (Mi) debilidad.

Por lo cual, por amor a Cristo me gozo: En las debilidades

En insultos

En necesidades

En persecuciones

En angustias;

Porque cuando soy débil (humanamente hablando),

Entonces soy verdaderamente: fuerte

(Capaz y

poderoso en la fuerza de Dios)”

Ref. 2 Da. Corintios 12:8,10

Pero hay algo que deberías entender:

El Señor permite que no sientas su gracia para que te des cuenta que las cosas están cambiando y que es hora de consultarle sobre tú próximo paso.

¡Presta atención!

¿Por qué?

Porque cuando la gracia se aleja, tendemos a volvernos:

“desgraciados”; con los demás y nosotros mismos y nos arriesgamos

a destruir relaciones valiosas que hemos estado

construyendo durante toda la vida….

No dejes que esto te pase a ti.

No estoy hablando de tener “un mal día” en el que estas irritable o impaciente.

Todos los tenemos.

No estoy hablando de llegar a un punto en donde tus actitudes y tu proceder hieren a otros consistentemente; no es algo ocasional, si no un patrón de conducta.

De manera que.

¿Te has quedado sin la gracia que has experimentado? ¿Anteriormente?

¿Ha terminado una etapa de tu vida o una relación?

¿Estas ahora empeorando la situación en ves de ayudarla?

Pídele a Dios que te guié de nuevo.

Busca en su palabra la sabiduría necesaria para enfrentar el futuro.

Cada vez que no notas la gracia.

Es el momento de decir:

Señor, ¿Qué tiene s en mente para mí ahora?

Señor, Jesús te doy gracias porque cuando débil estoy, tu me das las fuerzas y sabiduría para enfrentar las circunstancias difíciles que día a día se me presentan, me basta tu gracia, misericordia y tu amor tu me has librado de todas ellas. Amen, amen y amen.