Efesios 6:10-11
10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
El caminar del cristiano, debe ser una preparación diaria del “andar” como es digno de la vocación con que fuimos llamados (Efesios 4:1) y que nos preparemos para la batalla al ponernos “toda la armadura de Dios” (Efesios 6:11)
Muchas veces pasamos demasiado tiempo enfocando las preocupaciones, o problemas, al grado que las preocupaciones nos llega a envolver en este mundo transitorio, y muy poco tiempo nos fortalecemos en la paz de Dios, que su presencia en nuestras vidas nos convierte en mas que vencedores y en el galardón que Dios nos tiene preparado en la eternidad.
Aunque se diga que tu problema no esta en mi zapato no significa que no se conduela o sienta, lo muy probablemente es que el dolor de nuestro prójimo nos duela, razón por la que estamos llamados a orar unos por otros (Efesios 6:19)
Porque día a día nos enfrentamos a circunstancias difíciles, circunstancias que humanamente no son muy agradables o gratas a nuestra vida misma
Porque en algunas o muchas ocasiones decimos tener luchas contra la carne y sangre, que probablemente sean instrumentos que el enemigo utiliza, pero que si no son ellos (carne y sangre) si no que nuestra lucha es contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12)
Debemos tomar toda la vestidura, toda la armadura de Dios, para no ser des balanceados por el problema, para que podamos resistir en el día malo, y aun después de toda tribulación, ya habiendo acabado la tribulación, debemos estar firmes. Contra las asechanzas del enemigo. (Efesios 6:13)
Con esto no estoy diciendo que, el hacer diario deje de ser presionante; En este mundo, que estemos exentos de tribulaciones, pero debemos confiar en Dios que el nos a dado ya la victoria.
A lo que Dios nos insta es a que a través de nuestra comunión con Dios nos esforcemos en la fe y confianza y en el poder de la fuerza de Dios
Dios nos instruye a estar, pues, firmes ceñidos vuestros lomos con la verdad,
A tomar el escudo de la fe, para que podamos apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomar el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, esta es la palabra de Dios; (Efesios 6:16-17)
Mantengámonos constantes en la oración, en todo tiempo, con toda oración y suplica en el espíritu, aun antes y después de haber vencido el día malo, aun después haber vencido la tribulación, debemos velar y listo con las sandalias de la fe, para cuando el día malo venga estemos firmes y preparados para enfrentar las asechanzas del enemigo; Debemos estar siempre alertas, firmes y listos, dando gracias a Dios. (Efesios 6:18)
Debemos presentarle todo a Dios en oración; Así Dios nos dará su paz, que es más grande de lo que el hombre pueda entender; y esta paz cuidará nuestros corazones y nuestros pensamientos, porque estaremos unidos a Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7)
